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por Carlos Taracido de la Fue Mar Jul 14, 2009 1:45 pmVentana
Manantial celeste, hallazgo en un desierto, de roja arena insolente.
La mirada que busca vertientes, te encuentra en la aridez de los días comunes.
Llave que flota en un cielo de ideas, locas, vanas, prosaicas y lascivas ¡ atrás!
El ojo de buey se asoma al mar en calma, blanca espuma
es el umbral de infinitos insondables
es el espacio y la belleza de los brillos que curan
Cometas azules. Presencias de la dicha deseada.
el noble decorado y la caricia anhelada
en un bálsamo de perlas en flor.
Alma extraviada en grises sombras mundanas ¡ atrás!
la mirada se extiende, creando bellos animales nuevos.
Paisajes, ensueños benefactores de cálidos colores,
forman cortes de diademas y frutos curativos, espléndidos.
Como nunca lo serán las convenciones, ni las redenciones religiosas.
he matado al dragón que me acechaba vulgar
he salvado la esperanza que robe de sus entrañas.
Los jugos naturales de su estomago, no lograron matarme.
La fortuna elocuente, sana a través de la ventana, despejada de malezas.
Las imágenes surgen diáfanas, de una factoría milagrosa
comenzó con algunos excesos experimentales
y ahora funciona con él oxigeno simple.
Me desmayo en tu clímax, dulce y cadenciosa muchacha de silueta elegante
las ilusorias mayas de tu trama, ocultan un silencio de brillante,
Engarzado en la gracia de tu cuerpo.
Mariposa monarca, una daga de plata sangrante me desvela.
Sobre él frió terciopelo de la nieve nacarada, los leopardos acarician mi lamento.
En un castillo en la bruma, de azulados presagios
y al abrigo de los leños
una copa de vino.
Manantial celeste, hallazgo en un desierto, de roja arena insolente.
La mirada que busca vertientes, te encuentra en la aridez de los días comunes.
Llave que flota en un cielo de ideas, locas, vanas, prosaicas y lascivas ¡ atrás!
El ojo de buey se asoma al mar en calma, blanca espuma
es el umbral de infinitos insondables
es el espacio y la belleza de los brillos que curan
Cometas azules. Presencias de la dicha deseada.
el noble decorado y la caricia anhelada
en un bálsamo de perlas en flor.
Alma extraviada en grises sombras mundanas ¡ atrás!
la mirada se extiende, creando bellos animales nuevos.
Paisajes, ensueños benefactores de cálidos colores,
forman cortes de diademas y frutos curativos, espléndidos.
Como nunca lo serán las convenciones, ni las redenciones religiosas.
he matado al dragón que me acechaba vulgar
he salvado la esperanza que robe de sus entrañas.
Los jugos naturales de su estomago, no lograron matarme.
La fortuna elocuente, sana a través de la ventana, despejada de malezas.
Las imágenes surgen diáfanas, de una factoría milagrosa
comenzó con algunos excesos experimentales
y ahora funciona con él oxigeno simple.
Me desmayo en tu clímax, dulce y cadenciosa muchacha de silueta elegante
las ilusorias mayas de tu trama, ocultan un silencio de brillante,
Engarzado en la gracia de tu cuerpo.
Mariposa monarca, una daga de plata sangrante me desvela.
Sobre él frió terciopelo de la nieve nacarada, los leopardos acarician mi lamento.
En un castillo en la bruma, de azulados presagios
y al abrigo de los leños
una copa de vino.
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